La atrofia retinal causa preocupación acerca del tratamiento anti-VEGF a largo plazo
Actualmente, el anti-VEGF es la mejor opción para preservar la visión en pacientes con DMRE, pero como efecto secundario puede acelerar la atrofia, según un especialista.
Los resultados a largo plazo de la terapia anti-VEGF en varios países muestran una estabilización de la visión y respuestas positivas en la mayoría de los pacientes, con una reducción general del 50% de la ceguera legal relacionada con la DMRE desde la introducción de los anti-VEGF.
“Sin embargo, una proporción de los pacientes no responde de manera favorable. Se mostró que el tratamiento deficiente es un problema en la práctica clínica real, pero la sobredosis y la atrofia también pueden desempeñar una función,” dijo el Dr. Frank Holz.
Aclaró que la atrofia forma parte de la progresión natural de la DMRE, pero puede ser activada o acelerada mediante el uso de agentes anti-VEGF, porque los coriocapilares necesitan un nivel de VEGF constante para alimentar la retina.
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Los estudios CATT e IVAN, en los que se compara el tratamiento mensual con dosis personalizadas, brinda evidencia de la posible asociación entre dosis más altas de anti-VEGF y una tasa más alta de atrofia.
“Una tasa alta de atrofia se manifestó dentro de este período de estudio relativamente corto, y en una mayor proporción en ojos con tratamiento mensual. No se mostró diferencia entre las drogas,” dijo Holz.
No solo una dosis insuficiente sino también la sobredosis puede ser una desventaja en cuanto a acelerar o desencadenar la atrofia, dijo.
“Cuando se observa el factor de riesgo para el desarrollo de la atrofia, la terapia es el factor más importante y el tratamiento mensual no es el camino a seguir,” dijo.
Holz recomendó seguir tratamientos combinados, dirigidos a la neovascularización coroidal, atrofia y fibrosis.
Divulgación: Holz es asesor de Novartis, Genentech, Alcon y Bayer.