October 01, 2006
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Nueva técnica de transplante corneal evita el riesgo de hemorragia expulsiva

La técnica, realizada con anestesia tópica, permite al cirujano utilizar la córnea subyacente como apoyo mientras sutura en su sitio al tejido donante.

Una técnica diseñada para mantener una PIO normal y la estructura biológica del ojo, puede evitar el riesgo de hemorragia expulsiva durante los procedimientos de transplante corneal, de acuerdo al cirujano que la desarrolló.

El Dr. Jorge Porporato del Hospital Municipal de Oftalmología Santa Lucía en Buenos Aires, Argentina, dijo que la técnica, llamada injerto lamelar perforante, permite la cooperación del paciente ya que se realiza bajo anestesia tópica.

“Esta técnica cambia los conceptos que tenemos actualmente con respecto a la preparación preoperatoria,” dijo el Dr. Porporato a Ocular Surgery News en una entrevista. “Con esta técnica podemos operar manteniendo una presión normal en el ojo.”

De acuerdo con el Dr. Porporato, el injerto lamelar perforante que él creó se basa en otra técnica lamelar pero incluye la remoción completa de la córnea antes de suturar el injerto corneal en su lugar.

La técnica original requiere que el cirujano realice una trepanación del 50% del espesor corneal, inyecte aire en el estroma y profundice la incisión hasta alcanzar la membrana de Descemet.

La nueva técnica perforante se basa en los pasos iniciales de la técnica original, resecando las lamelas anteriores y dejando las posteriores intactas que sirven como un apoyo, de manera que el cirujano puede suturar el injerto en su lugar sin ningún problema, explicó.

“Con esta técnica se dejan las lamelas posteriores y así se trabaja con un ojo cerrado, evitando los cambios súbitos en la presión intraocular,” dijo el Dr. Porporato.

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Queratopatía bullosa.

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Trepanación al 70% del espesor corneal.

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Plano de clivaje para delaminar.

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Delaminación con cuchillete de crescent.

Imágenes: Porporato J

Técnica lamelar perforante

Así como con la técnica no perforante, el Dr. Porporato comenta que emplea anestesia tópica con clorhidrato de proparacaina 0.5% en lugar de anestesia general para permitir la colaboración del paciente durante el procedimiento.

El explicó que aplica dos gotas cada 10 minutos, o cuando el paciente lo pida.

En lugar de cortar hasta la membrana de Descemet o inyectar aire, como con la técnica anterior, el Dr. Porporato trepana hasta el 70% del espesor y luego retira las capas corneales anteriores con un instrumento romo para evitar perforar la membrana de Descemet.

Dejando la capa posterior intacta el cirujano realiza dos incisiones perforantes arqueadas en lados opuestos de la córnea con ayuda de los movimientos oculares del paciente, según las indicaciones que se le dan.

“En el punto superior, el paciente mira hacia abajo, y así yo puedo proceder de forma tranquila,” indicó durante la entrevista. “Luego le pido al paciente que mire a la izquierda o a la derecha y entonces practico las incisiones a las 3 y a las 9 horas.”

El Dr. Porporato afirmó que de esta forma el cirujano puede colocar el injerto corneal en un globo semi-cerrado. Explicó que a medida que sutura el injerto en su lugar, retira las capas corneales posteriores remanentes, manteniendo un ritmo de corte-sutura hasta que el injerto esté completamente en su sitio. Finalmente las capas corneales remanentes se extraen a través de un espacio entre dos puntos de sutura de la incisión.

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Corte y resección de la lamela.

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Lecho con la lamela posterior protegiendo la cámara anterior.

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Inyección de sustancia viscoelástica en la cámara anterior y sobre el lecho lamelar.

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Colocación de la córnea donante y de suturas separadas en las incisiones.

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Colocación de la córnea donante y el primer punto separado en la incision.

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Corte de la lamela posterior.

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Continuación de las suturas luego del corte de la lamela posterior.

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Cierre con puntos separados luego de extraer la lamela posterior.

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Otra alternativa es la fijación del injerto con sutura continua luego de extraer la lamela posterior.

Selección del paciente

El Dr. Porporato enfatizó que la selección de los pacientes es muy importante, si se va a realizar la técnica bajo anestesia tópica.

“Usted debe tener la colaboración del paciente,” afirmó.

“Cuando el paciente no colabora, usted no puede realizar el procedimiento con anestesia tópica.”

Para que los pacientes sean capaces de cambiar adecuadamente la posición de los ojos, deben poder comunicarse bien. Por ello, el Dr. Porporato opina que los niños, los pacientes psiquiátricos y los pacientes agitados no deben ser sometidos a esta cirugía bajo anestesia tópica.

“Hemos traspasado la frontera donde antes estábamos limitados por la anestesia. Ahora en estos casos cuando el paciente colabora podemos realizar esta técnica con anestesia tópica,” dijo. “La selección de los pacientes para la anestesia tópica es lo más importante.”

Él explicó que las técnicas no-perforantes deben ser usadas en las enfermedades corneales donde las células endoteliales no estén comprometidas, tales como en queratocono y opacidades corneales superficiales.

La nueva técnica es para casos en los cuales el endotelio esté comprometido, como en queratopatía bullosa pseudofáquica y en distrofias corneales posteriores.

El Dr. Porporato le dijo a Ocular Surgery News que ha practicado esta técnica en 100 casos sin ninguna complicación.

Para mayor información:
  • El Dr. Jorge Porporato puede ser ubicado en el Hospital Municipal de Oftalmología Santa Lucía, Av. San Juan 2021, Buenos Aires, Argentina; +54-11-4923-4691; fax: +54-11-4941-8081; correo electrónico: porporatoryser@hotmail.com.
  • Jared Schultz es redactor del equipo de OSN, y cubre todos los aspectos de la oftalmología. Se enfoca geográficamente en Europa y la región de Asia-Pacífico.