Los anti-VEGFs pueden ser una alternativa viable para tratar la retinopatía de la prematuridad
Es posible que estos agentes sean efectivos al contrarrestar la proliferación.
PARÍS — La terapia con agentes anti-VEGFs (factor de crecimiento endotelial vascular) puede cumplir una función en el tratamiento de la retinopatía de la prematuridad (ROP). No obstante, se necesitan estudios controlados adicionales para evaluar el riesgo de posibles complicaciones, según un especialista que participa en la reunión de la French Society of Ophthalmology.
La vasculogénesis retinal se extiende sobre la retina en forma centrífuga, comenzando en la papila, llegando hasta la ora serrata nasal entre las semanas 32 y 36 y extendiéndose hasta la ora serrata temporal al cumplir la fecha. De la misma forma, el retículo de los vasos retinales se desarrolla gradualmente a través del grosor retiniano, desde las capas más superficiales hasta las más profundas, afirma el Dr. Georges Caputo, de la Fondation Rothschild, París. En consecuencia, los bebés prematuros padecen de vascularización retiniana incompleta.
El VEGF está implicado en todos los niveles de desarrollo vascular retiniano. También está implicado en los procesos metabólicos e inflamatorios que conducen a la formación de neovascularización extrarretiniana y finalmente a los desprendimientos retinales en las etapas más avanzadas de la ROP, declaró el Dr. Caputo.
Cuándo puede utilizarse la terapia anti-VEGF
La fotocoagulación láser es la regla de oro para el tratamiento de la ROP. La vigilancia, el control cuidadoso, la correcta clasificación por etapas y el tratamiento anticipado son las claves del éxito.
“Ahora podemos tratar la ROP en el 90% de los casos si detectamos rápidamente el momento exacto en que debe comenzar el tratamiento, generalmente en la etapa 3. Esto es de suma importancia para obtener mejores resultados y evitar complicaciones,” aclaró el Dr. Caputo.
Sin embargo, hay casos de retinopatía posterior agresiva en los cuales el láser por sí sólo no logra curar la enfermedad y evitar que el desprendimiento retinal alcance un estado crítico, lo que podría provocar la pérdida permanente de la visión.
En estos tipos de trastornos, que se ubican en la zona 1 y poseen un gran potencial angiogénico, el pronóstico del tratamiento con láser es menos favorable y puede causar isquemia del segmento anterior.
“El uso de agentes anti-VEGFs, en forma independiente o junto con fotocoagulación láser, puede ser efectivo para contrarrestar la proliferación y reducir la neovascularización. El uso de inyecciones en forma repetida puede tratar la enfermedad o lograr que el tratamiento con láser sea posible y efectivo,” dijo el Dr. Caputo.
También se pueden utilizar junto con el tratamiento quirúrgico de desprendimiento de retina, en la etapa 4A+ o 4B+ de la enfermedad, que evidencia una gran actividad angiogénica.
“Además, en estos casos, el uso preoperatorio de los agentes anti-VEGFs puede incrementar las posibilidades de éxito de la cirugía y reducir el riesgo de hemorragia intraoperatoria,” dijo el Dr. Caputo.
Efectos secundarios sistémicos
Aun no se ha publicado ningún estudio controlado adecuado sobre el uso de agentes anti-VEGFs en la ROP. En las publicaciones, solamente se pueden encontrar unos pocos estudios pilotos no controlados. El número de pacientes es muy pequeño en todos ellos excepto en dos, en los cuales los resultados de 18 y 22 casos se han informado respectivamente.
“En todos estos estudios, el bevacizumab (Avastin, Genentech) en una dosis de 0.6 mg o 1.25 mg se utilizó para tratar los tipos más agresivos de retinopatía que son resistentes al tratamiento con láser o en los cuales no se ha podido utilizar el láser debido a ciertas condiciones locales. Los resultados evidenciaron que el bevacizumab lograba reducir la neovascularización sin efectos secundarios,” dijo el Dr. Caputo.
Sin embargo, recomendó tomar ciertas precauciones: se desconocen los efectos sistémicos del tratamiento con anti-VEGFs en niños y no se debe subestimar el riesgo potencial de complicaciones impredecibles.
“No tenemos información acerca de la farmacocinética de estas sustancias en organismos en proceso de desarrollo. El VEGF está implicado en el desarrollo de varios órganos del cuerpo y es, por ejemplo, un factor esencial en la maduración pulmonar que adquiere suma importancia en bebés prematuros,” dijo. Además agregó que la dosis y la frecuencia de las inyecciones también son inciertas.
El uso de una inyección anti-VEGF es un “arma adicional” en el tratamiento de la ROP, pero los estudios controlados son necesarios para evaluar la seguridad, declaró el Dr. Caputo.
Actualmente, se están realizando dos estudios. El BEAT-ROP (bevacizumab elimina la amenaza angiogénica de retinopatía de prematuridad) está evaluando la seguridad de la inyección anti-VEGF en los ojos tratados con fotocoagulación láser, y el BLOCK-ROP (bloqueo de pan-VEGF para el tratamiento de retinopatía de prematuridad) está comparando la eficacia de la inyección anti-VEGF y la fotocoagulación láser. — por Michela Cimberle
- El Dr. Georges Caputo puede ser contactado en Service d’Ophtalmologie, Fondation Rothschild, 25 Rue Manin, 75019 París, Francia; correo electrónico: gcaputo@fo-rothschild.fr.